Qué es la esclerosis múltiple, síntomas y tratamientos

Cuando un organismo tiene una enfermedad autoinmune se refiere a una anomalía de origen desconocido, donde el sistema inmunológico atenta contra el organismo. Sin embargo, las investigaciones médicas consideran que el factor genético, la raza y algunos hábitos como el tabaco influyen en su  desarrollo.

Esclerosis múltiple: Concepto

Los síntomas iniciales de este tipo de enfermedades son inflamación, dolor y enrojecimiento a cambios de temperaturas en ciertas zonas del cuerpo. La esclerosis múltiple es una enfermedad autoinmune donde los linfocitos atacan la mielina sana del organismo.

La esclerosis múltiple es conocida como una enfermedad autoinmune, es decir, del sistema inmunitario que afecta directamente la materia blanca, conocida como mielina, del sistema nervioso central.

Esta anomalía inmunológica puede traer graves consecuencias como falta de equilibrio y coordinación, dificultades en el proceso de pensamiento, inflamaciones y debilidad.

La enfermedad se caracteriza por formar unas placas o cicatrices en la mielina. Estas lesiones son los ataques ocasionados por el sistema inmune que ve la mielina como un peligro para el organismo. Es como si fuera una programación errada del sistema de defensa corporal que termina generando un grave daño colateral.

¿Cuál es la función de la mielina?

La mielina protege a los axones que son como conectores eléctricos por donde viaja la información, desde el sistema nervioso central (cerebro y espina dorsal) hasta donde sea requerido. La mielina no solo proteja la información neuronal sino que hace que la comunicación sea efectiva.

Para las neuronas canalizar la información repercute en todo el organismo y es que sin la mielina, esta información viaja con lentitud ineficazmente y hasta se dispersa y se pierde representando un gran riesgo de salud.

La razón es que los glóbulos blancos o linfocitos se activan como mecanismo de defensa contra esta sustancia y la destruye.

Causa y factores de riesgo de la esclerosis múltiple

Entre las enfermedades desmielizantes (aquellas con patologías hacia una mielina sana) se encuentra la esclerosis múltiple. Existen varias hipótesis de sus causas y factores de riesgo entre las que se encuentran:

Virus desconocido

Un antígeno que podría aparecer a temprana edad y podría ocasionar la producción de anticuerpos contra la melina.

Factor genético

Existe también la posibilidad que la enfermedad sea hereditaria o que se nazca con una inclinación a adquirirla.

El virus Epstein-Barr

Se ha observado una relación entre las personas que han contraído este virus responsable de la mononucleosis infecciosa y el desarrollo de la esclerosis múltiple.

Factores climáticos

Se ha comprobado que la enfermedad se presenta con mayor regularidad en países de climas templados, como Australia, Canadá y Europa, entre otros.

La presencia de enfermedades autoinmunes

La presencia de este tipo de enfermedades podría tener una influencia leve a la hora de padecer esclerosis múltiple.

La raza

Al parecer se ha determinado un riesgo mayor entre personas de raza blanca en comparación con otro tipo de descendencia.

Sintomatología de la esclerosis múltiple

En la etapa inicial de la enfermedad se presentan algunos síntomas que son comunes entre las enfermedades del sistema inmunológico, como cansancio, inflamación, enrojecimiento, ardor y molestias en la piel, incluyendo cambios en la temperatura.

A medida que la enfermedad avanza pueden aparecer varios síntomas combinados y se vuelve lento volver al estado natural.

El cansancio y la debilidad se ven manifestadas en las piernas dificultando la marcha y sintiéndose con mayor fuerza cuando se realiza esfuerzo físico. Pueden sentirse algunas sensaciones musculares que al paciente le cuesta definir, como espasmos musculares, dolores, rigidez, cosquilleo, la piel caliente etc.

El fallo en el equilibrio y la coordinación son un síntoma que ofrece dificultades al caminar y que muchas veces se confunden con descuidos o torpezas, cuando realmente pueden ser ataxias y mareos que generen la falta de coordinación. Todo esto se encuentra acompañado de una constante fatiga que aumenta exageradamente con pequeñas actividades.

El estreñimiento, la incontinencia y la impotencia, también se presentan en pacientes con esta enfermedad. Además de una pérdida gradual del control sobre los esfínteres, el deseo y placer sexual.

Tratamiento y recomendaciones

Las complicaciones de la enfermedad puede desembocar en problemas graves de parálisis, depresión e incluso epilepsia.

Es muy importante estar muy atento a los cambios producidos en el organismo y se diagnostique la enfermedad lo más pronto posible para desacelerar su avance, controlar los síntomas y evitar recaídas.

Aunque no tiene cura, se pueden disminuir los síntomas y evitar el avance acelerado con tratamientos de corticoides o farmacológicos.

A esto se le agrega un estudio de estilo y hábitos de vida que se pueden modificar a juicio del facultativo, siempre y cuando sean para mejorar la calidad de vida. También es conocido que las temperaturas cálidas son contraproducentes para los pacientes, mostrando mejor respuestas a temperaturas frías.

Incluso el consumo de productos fríos alivia bastante los sintomas.